Como otros idiomas, el español también tiene su letra particular: la ñ. Seguramente muchos de nosotros apenas nos hayamos parado a pensar en su origen. Pues bien, los orígenes de la ñ, integrante del castellano y el gallego, datan del siglo XII, cuando los escribanos comenzaron a abreviar el uso de dos enes seguidas (nn) escribiendo una de ellas, de mucho menor tamaño, sobre la otra. A este signo se le denominó virgulilla, y ha sido el causante de que palabras como año, cigüeña odueño formen parte de nuestro idioma. En otros idiomas romances, esta nn dio lugar a nh (portugués), ny (catalán) o gn (francés).
La letra ñ también ha sido objeto de noticia recientemente, puesto que desde hace tan solo unos días puede formar parte de dominios .es.